Datos curiosos sobre Santa Claus
Aunque algun@s acaben de empezar sus vacaciones de verano, alrededor de septiembre, muchos supermercados ya nos empiezan a colar algunos típicos dulces navideños. Poco a poco se van poniendo a la venta productos de decoración y el colofón ya nos lo trae nuestra querida Mariah Carey cuando asoma la patita diciéndonos que: It’s timeeee! 🎶
De repente las calles se llenan de mercadillos, luces de todos los colores, villancicos, aromas dulces, colas para comprar lotería, anuncios de perfumes y juguetes en la tele, entre otras muchas cosas. Y, por supuesto, no puede faltar un hombre entrañable, barbudo y barrigón que trae regalos a los niños: Santa Claus. 🎅🏻
Santa Claus fue un personaje real
Así es. Nuestro querido Santa Claus existió de verdad. Se llamaba Nicolás de Bari o San Nicolás y fue un obispo griego que vivió entre los siglos III y IV. Era hijo de una familia acomodada y todo el mundo lo conocía por su gran generosidad. Cuando sus padres murieron, repartió la riqueza de su familia entre los más necesitados. Dejaba bolsas con dinero en las ventanas de la gente por la noche.
Santa Claus es una mezcla de varios personajes
El personaje histórico original de Santa Claus ha ido cambiando a lo largo de los siglos a través de las diferentes culturas y religiones. Pasó de ser un obispo griego a convertirse en un ser un tanto mágico.
En realidad Santa Claus está hecho de la mezcla de 3 personajes: el dios nórdico Odín, un personaje pagano de la Navidad con barba blanca y un personaje basado en San Nicolás pero transformado a su manera en diferentes países europeos.
Los vikingos celebraban una fiesta llamada Yule durante el solsticio de invierno para recordar a sus ancestros y personas ausentes. Creían que en la noche del 21 de diciembre, Odín (multifacético padre de todo) cabalgaba los cielos con su carro recompensando a las personas buenas y castigando a las malas. El dios Odín se suele representar con un sombrero, tuerto, con barba larga, abrigo oscuro o capa y una lanza, vamos, muy parecido a Gandalf.
En otros países de Europa existen figuras como la del Padre Navidad (Father Christmas) en Inglaterra, el Mikulás en Europa del Este o el Sinterklaas o San Nicolás en países del norte.
Santa Claus no siempre reparte juguetes
Al igual que en cada país se le llama de una manera (St Nikolaus, Sinterklaas, Papá Noel, Mikulás, Père Noël, etc.), digamos que Santa Claus también sigue tradiciones o vidas diferentes.
En países del este como Hungría, Mikulás llega a los hogares de los niños el 6 de diciembre. Mikulás trae dulces y pequeños juguetes a los niños buenos y madera, carbón e incluso cebollas o patatas crudas a los niños malos. En algunas culturas, Mikulás va acompañado de Krampus, una especie de demonio que se lleva a los niños malos al inframundo para castigarlos. La verdad es que sabiendo esto dan ganas de portarse bien.
El Sinterklaas holandés lleva un gran libro rojo que contiene la lista de los niños que se han portado bien y mal a lo largo del año. Le acompaña Zwarte Piet (Piet, el negro), un ayudante vestido con atuendo morisco y con la cara pintada de negro. En las historias más antiguas se contaba que Zwarte Piet llevaba una escoba de deshollinador, con la que azotaba a los niños traviesos. También se decía que Zwarte Piet metía a los niños malos en su bolso y se los llevaba a España. Esta parte tiene su origen en los tiempos en los que los árabes invadieron las costas europeas secuestrando y esclavizando a la población local.
En Francia los niños dejan sus zapatos bien limpios para que Père Noël se los llene de dulces y regalos. Este “Santa” también va acompañado, pero en este caso de Père Fouettard, que castiga a los niños malos con latigazos. Yo casi que prefiero carbón.
En Rusia a “Santa” se le conoce como Ded Moroz, algo así como el abuelo helado. Va acompañado por su nieta Snegurochka (la doncella de nieve) y trae regalos a los niños el día de Año Nuevo. En realidad este personaje no es un símbolo de la Navidad, sino del invierno ruso y la llegada del Año Nuevo.
En Estados Unidos y Canadá, los niños preparan un vaso de leche con galletas y Santa entra por la chimenea la noche del 24 de diciembre para dejarles regalos en los típicos calcetines que cuelgan de las chimeneas.
En España desde luego Papá Noel parece mucho más afable que algunos de los otros Santas europeos. Sabemos que viaja desde Laponia en su increíble trineo tirado por renos para repartir regalos el 25 de diciembre. Por suerte, Santa no va acompañado de ningún ser despiadado, por lo que si has sido muy travies@, solo te encontrarás un trozo de carbón. Algo es algo.
Ya sea el Santa que sea, sabemos que reparte dulces, juguetes o incluso cachetes.
Santa Claus no siempre vistió de rojo
A pesar de las diferentes versiones de Santa Claus, la mayoría de ellas coinciden en el aspecto: un hombre anciano, con barba larga y cabello blanco, sombrero y túnica.
Sin embargo, ¿en qué momento nuestro añorado Santa Claus se vistió finalmente de rojo?
El atuendo rojo no le vino de fábrica. Por ejemplo, la versión del Father Christmas o padre de la Navidad fruto del folclore inglés, era un Santa vestido de verde.
Santa Claus no se vistió de rojo gracias a Coca Cola
Aunque existen rumores de que Santa se vistió de rojo gracias a Coca Cola, no es así. Ya el Sinterklaas holandés basado en el obispo griego San Nicolás, vestía una capa, una mitra y una estola roja.
Fueron los holandeses los que llevaron su querido Sinterklaas a América pero la tradición sólo empezó a calar hondo a principios del siglo XIX gracias a los poetas y escritores de la época, que revivieron a San Nicolás e hicieron de la Navidad una gran celebración familiar.
El escritor Washington Irving mencionó a Santa Claus por primera vez en su libro Knickerbocker’s History of New York en 1809. Se refirió a él no como un obispo delgado y de carácter serio, sino como a un señor corpulento, alegre, que fumaba pipa y sobrevolaba las casas en un carro cargado de regalos.
Alrededor de 1880, un caricaturista político llamado Thomas Nast retrató a Santa Claus por primera vez como el Santa actual: un abuelo regordete de rostro alegre.
Coca Cola contribuyó a darle forma a la figura del Santa tal y como la conocemos hoy. En 1931, el dibujante Haddon Sundblom se encargó de ello creando un personaje medio mágico, medio real, entrañable y que representase el espíritu navideño y la felicidad de Coca Cola.
Hasta 1964 Sundblom siguió dándole forma a Santa a través de las campañas publicitarias de Coca Cola, según lo que al público le gustara. En 1942, Sundblom incluso introdujo una nueva figura: el Sprite Boy, una especie de duende o elfo que acompañaba a Santa.
Lo que está claro es que Santa Claus ha recorrido el mundo entero a lo largo del tiempo, desde Holanda en 1624 como un Sinterklaas con aspecto de obispo hasta su consolidación en Estados Unidos en el siglo XIX como un Santa moderno.
Sea cual sea el Santa que nos visite, todos son únicos y especiales y solo pretenden traer algo de esperanza, ilusión, bondad y generosidad, sobre todo entre los más pequeños.