Por qué hacer el Camino de Santiago
Aunque en sus orígenes el Camino de Santiago era una experiencia puramente religiosa, en la actualidad las motivaciones de los peregrinos son muy variopintas. Desde objetivos deportivos, pasando por intereses culturales e históricos o sencillamente por motivos económicos. Y es que hacer el Camino de Santiago proporciona no sólo una nueva experiencia vital sino también unas vacaciones al alcance de muchos bolsillos. El peregrino no necesita ningún lujo durante el camino. Solo se necesitan cubrir las necesidades básicas como comer y descansar. El que opte por hacer uso de la Credencial del peregrino puede incluso obtener ventajas económicas en comidas y alojamientos.
¿Qué ocurre cuando el Camino de Santiago supone una mezcla de diferentes motivaciones? La experiencia se convierte simplemente en única e inolvidable.
Personalmente no me considero una persona religiosa, pero siempre sentí curiosidad por hacer el Camino de Santiago. Los años pasaban y nunca encontraba tiempo para ello hasta que un día escuché la experiencia de un par de personas cercanas que me entusiasmó y me puse manos a la obra. Mis mayores motivaciones eran físicas, mentales y por, así decirlo, turísticas.
En primer lugar, el camino me supuso un gran reto físico. Llevaba varios años arrastrando problemas de espalda a la vez que había dejado el deporte un tanto de lado, por lo que quería comprobar en qué punto me encontraba ¡Y vaya si lo comprobé! La experiencia no solo me dio señales de todos mis puntos débiles sino que también me enseñó a escuchar a mi cuerpo y a descubrir mis fortalezas. Había días que descubría dolores en músculos que ni siquiera sabía que existían con los que a su vez tenía que aprender a lidiar para poder seguir adelante. A pesar del cansancio físico, me resultó increíble la rápida capacidad que tiene el cuerpo para recuperarse simplemente con comer, hidratarse y descansar bien.
En segundo lugar, el camino supuso una experiencia psicológica. Dicen que en el camino uno se reencuentra consigo mismo. En mi caso mi expectativa era simplemente desconectar de la rutina pero fue más allá. El hecho de pasar tantas horas caminando en conexión con la naturaleza y en silencio, me llevó a la reflexión profunda. Por mi cabeza pasaron todo tipo de pensamientos sobre mi vida: desde mi salud física, hasta mental pasando por mi situación laboral, la familia, las amistades y algo que todo el mundo ansía “la búsqueda de la felicidad”. A la hora de colocar todo ello sobre la balanza, pude poner en perspectiva las cosas realmente importantes y dejar de lado lo que consideraba problemas (que ocupaba bastante espacio en mi cabeza y que en realidad eran nimiedades). Y sobre todo, aprendí a ser agradecid@ por lo que YA tengo.
Cada paso en el Camino es un paso más cerca del alma
Y es que el camino nos regala ese tiempo que nos hace parar en seco para desconectar de nuestra ajetreada vida, llena de estímulos innecesarios. Durante el camino uno aprende a llevar una vida simple con los estímulos básicos: alimentarse, dormir y avanzar. No se necesita más.
El milagro del Camino está en que convierte en mágicas las cosas normales
En tercer lugar, mi motivación también era turística. No solo quería disfrutar de la naturaleza y conocer nuevos lugares, sino también descubrir la gran riqueza cultural e histórica que rodea al camino.
Es una estupenda forma de descubrir extraordinarios paisajes, iglesias, monumentos, flora y fauna, pueblos y aldeas que probablemente no aparezcan recogidos en muchas guías turísticas. Igualmente interesante resultan las huellas de diferentes épocas de la historia (por ejemplo, las torres de vigilancia para evitar las invasiones piratas que se encuentran a lo largo de la costa portuguesa).
También es un placer charlar con los sencillos y amables habitantes locales o encontrarse con peregrinos de diferentes partes del mundo y conocer sus motivaciones y experiencias.
Espero que esto haya sido un buen tentempié para abrir boca y animarte hacer el camino de Santiago, o al menos para sentir un poco de curiosidad por la experiencia.
4 Comentarios
Ric
Llevo muchos años pensando en hacerlo, el tema es que, tal vez, mi vida sedentarista estos años, me ponga algunpos impedimentos, por otra parte, tengo una amiga que lo hace, así que me voy a poner con ella, que solitario ya he estado muchos años y conozco bien el asunto del silencio, ¡qué bueno es!, como tu post, recibe mi agradecimiento, ¡saludos!
Miss Vivécdotas
El primer paso ya lo has dado 😉 Espero que disfrutes de la experiencia.
Beatriz Moragues
Me ha encantado el artículo, llevo cantidad de años aplazando hacer el camino, a ver si me decido algún día. Gracias, he disfrutado mucho leyéndolo.
Miss Vivécdotas
De nada. A ti por leerlo. Espero qu te animes a hacerlo. 100% recomendado.