Me han despedido del trabajo, ¿y ahora qué?
Sentimiento de culpa, vergüenza, ansiedad, frustración, impotencia, rabia, inseguridad y una gran cantidad de pensamientos negativos se apoderan de ti. Te acaban de despedir del trabajo y muchas son las preguntas que se te pasan por la cabeza: ¿por qué a mí?, ¿qué hice mal?, ¿qué voy a hacer ahora?, ¿cómo se lo cuento a mi familia? 😵💫
El despido laboral parece un tema tabú aunque para nada debería serlo. En los tiempos que corren, el que nos echen del trabajo se ha convertido en algo tan repentino y recurrente que vivimos rodeados de una incertidumbre absoluta. A pesar de que en muchos de los casos, la decisión del despido se debe a motivos desconocidos o externos, ¿por qué nos hace sentirnos tan mal con nosotros mismos?
En Vivécdotas nos hemos puesto en contacto con personas que han pasado por esta situación para que nos cuenten sus experiencias reales. Quizás hayas pasado por algo parecido, te sientas indentificad@ y estos testimonios te ayuden a mirar hacia adelante con optimismo. Dicen que cuando una puerta se cierra, otra se abre.
La comunicación del despido
Los despidos nunca son plato de buen gusto para ninguna de las partes pero la forma en la que se comunican en muchas ocasiones deja bastante que desear y es aquí donde tanto las pequeñas como grandes empresas tienen mucho que mejorar. ¿Falta de honestidad y empatía quizás?
Me contrataron como dependienta en una librería aunque ejercía de mozo de almacén y hacía de todo un poco. Me despidieron el mismo día que comenzó la Filomena. Llevaba todo el día nevando y casi no fueron clientes aquel día. Sobre las 17:00 a mis compañeros les dejaron marcharse a casa. Yo me quedé hasta las 19:00 cuando mi jefe me llamó para comunicarme mi despido. LMG
Era otro día más en el trabajo pero de repente un jefe de otro departamento me llevó a una sala donde me reunió con recursos humanos. Allí me comunicaron mi despido, que por supuesto no me esperaba. AV
Trabajaba en el extranjero y cuando comenzó la pandemia estuve más de 1 año sin poder ver a mi familia. Cuando se terminaron las restricciones, tuve la suerte de poder teletrabajar desde mi país así que me fui a pasar un mes con mi familia. Un jueves por la tarde el CEO me puso una reunión a primera hora del viernes con el nombre de «charla personal». Me despidió por videollamada, me hizo saber que me haría llegar los documentos necesarios de mi despido, me sugirió no consultar a un abogado ya que sería una pérdida de tiempo y me dijo que cuando terminase la llamada podía cerrar mi ordenador porque ya no tendría acceso a nada. MV
El motivo del despido
Comunicar un despido no es tarea fácil, especialmente porque el motivo tiene que justificarse de manera constructiva y objetiva. Cuando esto no es así y se le suma una situación de sorpresa y desconcierto, entender el motivo se hace incluso más cuesta arriba. Por desgracia, en muchas ocasiones el motivo es tan abstracto, incoherente o absurdo que nos cuesta creerlo. A pesar de ello, nos hace sentirnos mal con nosotros mismos, echarnos la culpa de todo aunque no tenga sentido y estar dándole vueltas días y días.
Realmente no me podían decir que no hacía bien mi trabajo. No recuerdo las palabras exactas pero sé que sonaba a excusa y que no me lo esperaba. Ni al jefe ni a la jefa les caía bien y no me querían allí. LMG
Me despidieron por bajo rendimiento en los contenidos que creaba aunque en realidad sabía que era una excusa. Nunca antes me habían dicho nada parecido ni me habían dado un feedback negativo. AV
Una gran empresa había absorvido a mi empresa unos meses antes. Al principio la situación era prometedora. Nos habían invitado a sus oficinas para que conociéramos a todos sus equipos y parecían muy emocionados por colaborar con nosotros. Todo era pura fachada. Al mes empezaron a ignorarnos hasta que llegó el despido. Despidieron a todo mi equipo porque simplemente ya no nos querían allí y, ¡sorpresa! justo ese año no estaban creciendo tanto como esperaban así que tocaba recortar y claramente los que sobrábamos éramos nosotros. MV
Sentimientos encontrados tras el despido
Ante un despido los sentimientos y pensamientos se entrecruzan tan rápidamente que la cabeza se aturulla. Después de pasar por una situación angustiosa que te deja en shock, de repente ahí te encuentras tú sol@ con tus pensamientos y quizás ésta sea la fase más dura. ¿Cómo reaccionar?, ¿cómo tomárselo?, ¿y ahora qué?
Primero pensé en todos esos días que había hecho horas de más como favor. Después pensé en todo lo que había soportado. Me habían diagnosticado epicondilitis en los dos brazos y en contra de las advertencias del médico me incorporé a trabajar antes de lo que debía. Sufrí de vértigos, tenía mucho volumen de trabajo y mi jefa me atacaba verbalmente muy a menudo («qué buenas vacaciones te has pegado, ¿eh?, que no viniste a trabajar el sábado», cuando ese día había sido el entierro de mi abuela) A veces incluso tenía que aguantar al hijo mayor, que también era jefe y no hacía más que comentarios machistas y sexualizados hacia niñas de 14 años que entraban a comprar a la tienda.
No entendía las razones del despido y me sentí realmente humillada. En mi opinión, los negocios familiares no te cuidan, sino que te tratan como un esclavo. Mi jefa muchas veces insinuaba que «tendríamos que dar las gracias y arrodillarnos ante ellos por tener un trabajo. LMG
Recuerdo sentirme fatal y sobretodo avergonzado, como cuando te pillan robando en una tienda. Era consciente de que era una sensación absurda pero no podía evitarlo. AV
Aunque ya me lo esperaba, fue una situación rara. Me parecía que aquello no podía estar pasando pero a la vez me quitaron una venda de los ojos. Toda aquella fachada de falsedad por fin se había caído. Aunque en ese momento me costó asimilarlo, con el paso de los días me pareció que era lo mejor que me podía haber pasado. Una empresa que no valora nuestro trabajo, no nos merece como empleados. MV
Primeros pasos después del despido
Ya está. Es oficial. Has abandonado tu puesto de trabajo y toca seguir adelante, pero ¿cómo?, ¿lo hacemos de manera correcta?, ¿hay una forma correcta de reaccionar? Asimilar la situación no es fácil. No ocurre de un día para otro. Poner nuestros pensamientos en orden lleva un tiempo. Lo más importante en estos momentos es cuidar de nosotros y de nuestra salud mental.
Tardé mucho en llegar a casa porque como era el día de la Filomena, muchos servicios de transporte no funcionaban. Recuerdo que me puse a escuchar una canción en bucle para evitar llorar en público. Cuando llegué a casa me duché y allí solté todo. Esa misma noche, al no poder dormirme, comencé a buscar trabajo.
La primera semana intenté adaptarme a la nueva situación buscando trabajos y viendo masterclasses acerca de lo que me dedico actualmente. Hasta que me dieron ataques de ansiedad un mes después, y entonces tuve que parar. Luego comencé a realizar un máster. LMG
Como me sentía tan avergonzado y humillado, me fui de la empresa sin despedirme de nadie. Me acuerdo de llegar a casa y tener un momento de crisis. Por aquel entonces trabajaba en el extranjero y me llegué a plantear volverme a mi país pero por suerte esa sensación me duró un par de días. Después la sensación se volvió positiva porque me sentía liberado de la empresa y tenía muchas ganas de hacer cosas nuevas. Había tocado fondo en esa empresa, no estaba bien y de repente tenía ilusión otra vez por hacer otras cosas y creo que desde entonces mi experiencia profesional fue a mejor. AV
Me acuerdo que al terminar la llamada pensé: bueno, ya está. En algún momento tenía que pasar. No le di muchas más vueltas.
No cerré el ordenador. Me puse a guardar todo el trabajo que pude antes de que me quitaran el acceso. Como estaba en casa de mi familia y ese día operaban a mi padre, tuve que disimular. Así que no conté nada para no preocuparles.
Ese mismo día me puse en contacto con la oficina del paro, no porque quisiera, sino porque era obligatorio hacerlo. Recuerdo que esto es lo que más me chocó. Cómo era posible que me tuviese que ocupar de tanta burocracia el mismo día, cuando la cabeza no está para ello. Me empecé a informar de todos los documentos que necesitaba y también de mis derechos. No quería que me tomaran el pelo ni que me despidieran sin más yéndose de rositas. Y menos mal que lo hice. MV
Consejos sobre qué hacer y no hacer tras el despido
Por desgracia, cuando nos despiden no nos toca solo enfrentarnos a nuestros monstruos internos sino también a la burocracia. Durante este proceso es importante aprender a ser paciente, constante, cordial y, sobretodo, autocompasiv@.
Intentar llevarse cordialmente con la persona que te ha despedido hasta que se solucione el papeleo. Luego puedes bloquear y dejar la relación sin razones. En mi caso, tanto mi jefe como los demás pensaban que seguiríamos como siempre. Les bloqueé de mi vida y también en internet. LMG
Recomendaría a cualquier persona que le hayan despedido no irse avergonzad@, sino con la cabeza bien alta y despidiéndose de sus compañer@s (siempre y cuando el motivo no esté justificado y haya sido una mera excusa) Igual de importante es sentirse orgullos@ por todo el trabajo hecho y no verlo como una puerta que se cierra, sino como muchas otras que se pueden abrir. AV
No echarse la culpa. No pensar qué podría haber hecho mejor. Por qué no hice esto o aquello. Hay cosas que no están dentro de tu control y hay que aceptarlo. Ponerse más piedras en el camino, no te va a ayudar a salir antes de la situación. Tú has sido la persona perjudicada. Ten compasión contig@ mism@.
Mantener un contacto cordial con la empresa. Ellos necesitaban que yo firmase unos documentos que me iban a perjudicar económicamente y yo necesitaba unos documentos de ellos para que me concedieran el paro. Fue un proceso largo y complicado, sobretodo porque toda la comunicación solo podía ser por email. Pero haciéndolo de manera cordial, pude solucionarlo a mi favor. MV
Aprendizajes tras la experiencia
Después de un tiempo cuando echamos la vista atrás, vemos las cosas con otra perspectiva. Empezamos a pensar en todo lo que hicimos, pensamos y cómo reaccionamos y seguramente, a día de hoy, cambiaríamos muchas cosas. Al final siempre aprendemos de la experiencia y sabemos qué error no cometer dos veces.
Me tomaría un tiempo para mí, sin mirar trabajos, sin exigirme tanto. Un despido, la mayoría de las veces no es por la calidad de tu trabajo, tu forma de trabajar, tu forma de ser…. Puede que lo hagas todo bien, pero si ellos te quieren echar, te echarán. LMG
Yo aprendí a verlo como una oportunidad más que como un fracaso. A veces es mejor poner las cosas en perspectiva, ser consciente de lo que la empresa te ha aportado a ti y mirar hacia adelante a nuevas oportunidades. AV
No me pondría a buscar trabajo enseguida. Me tomaría un tiempo de desconexión para viajar, quedar con amigos o hacer cualquier cosa que mantenga mi salud mental en orden. Recuerdo que cancelé un viaje muy preciado que tenía planeado con una amiga por solucionar toda la burocracia que me tenía amargada y que en realidad podía haber esperado unos días. Eso jamás me lo perdonaré. MV
Ojalá los testimonios anteriores puedan ayudarte si estás pasando o has pasado por una situación parecida. Por supuesto agradecer infinitamente a Lady Mamá Gata, AV y MV por su ayuda. Este artículo no habría sido posible sin ellos.
Solo me queda decir: recuerda siempre LO QUE VALES.