Marketing online y offline
Sapiencia

Psicología del marketing online y offline

7 minutos

En un artículo anterior, ya hablamos de los trucos psicológicos de marketing que usan los supermercados para que gastemos más. Por suerte para el supermercado y por desgracia para los consumidores, estos trucos funcionan. Pero esto no acaba aquí. Vivimos rodeados de publicidad no solo en el supermercado, sino también en casa o en la calle.

La publicidad juega con estrategias psicológicas para persuadirnos mientras vemos la tele, estamos en la parada del autobús, escuchamos un podcast o le echamos un vistazo a nuestra red social favorita.

Veamos las estrategias psicológicas de las que echan mano tanto en el mundo online como offline.

Estrategias psicológicas en la publicidad offline

Aunque la publicidad ha cambiado mucho en los últimos años debido al auge del internet, los medios tradicionales o el mundo offline sigue subsistiendo como puede en su mayor parte gracias a la publicidad.

Los spots de televisión son pura persuasión, que suelen conseguir con diferentes trucos. La combinación las emociones, los colores brillantes y los sonidos llamativos ayudan a captar la atención del espectador de inmediato.

Contarnos una bonita historia que nos emocione y nos haga sentirnos identificados. El anuncio de Pippin es todo un clásico.

Algo que nos haga reír a carcajadas y que comentemos con nuestro círculo cercano, haciendo correr el boca a boca.

Jugar con colores llamativos y que asociamos directamente con una marca.

Una canción pegadiza o incluso absurda que se nos mete en la cabeza todo el día.

Y es que el sonido juega un papel fundamental en los anuncios de televisión. Los conocidos 🎶 jingles 🎶 o cualquier efecto sonoro bien combinado, puede convertir a una campaña publicitaria, marca o producto en algo memorable.

Los personajes célebres y los testimonios son un recurso recurrente para generar confianza en un producto.

¿Qué decir de los anuncios con bebés, mascotas o sexo? Estos elementos son clásicos que siempre están presentes porque simplemente «venden».

Otro de los trucos de los que quizás seamos menos conscientes pero que genera alguna que otra discusión familiar es el sonido. Durante la pausa publicitaria, el volumen de los anuncios está más alto de lo normal para que aunque nos levantemos del sofá, no perdamos el hilo de lo que nos están contando.

¿Y qué me decís de la expectación que generan el último y primer anuncio del año? Al menos, esto en España siempre ha sido un clásico: todas las familias saturadas de comer prestan atención a la tele para pegarse el atracón de uvas final celebrando las campanadas. Aunque hoy en día, también se han colado otros tópicos como qué vestido llevará la Pedroche.

Muchos de los trucos psicológicos anteriores se aplican tanto a la radio como a la prensa.

Las cuñas de radio, por ejemplo, se basan en la repetición para que el mensaje se nos quede grabado. Para ello los jingles son muy poderosos. A su vez, el tono y el timbre de voz del locutor/a y una historia emocional que ayude a crearnos una imagen mental, son igualmente importantes.

Al igual que en televisión, los testimonios de personajes célebres o las menciones de un producto o marca dentro de un programa o un podcast son técnicas muy efectivas.

En prensa no se puede apelar a los efectos sonoros pero la imagen, los colores y el texto bien combinados son un equipo muy cautivador.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras pero a veces es una mezcla de ambas.

Anuncio de Nescafé

Incluso el texto en sí puede volverse más memorable que el resto del anuncio. ¿Quién no recuerda los slogans con rima o de las marcas más famosas del mercado?

Anuncio de Rexona
Anuncio de Adidas

Los colores y las imágenes en prensa tienen un gran impacto visual pero también se usan muchos trucos que las convierten en más irreal de lo que verdaderamente son. 

Anuncio de McDonalds

Aceite para el motor usado como sirope, pegamento en lugar de leche para manejarlo más fácilmente delante de la cámara, comida de plástico que parezca lo más deliciosa posible, etc. Hay una infinidad de ejemplos que transforman nuestra perspectiva y nos impulsan a comprar.

¿Y qué me decís de estos ejemplos outdoor o publicidad exterior? Los espacios públicos dan mucho juego para crear campanñas realmente creativas.

Estrategias psicológicas en la publicidad online

Ahora bien, ¿cómo nos influye la publicidad online? Como no podía ser de otra manera, este tipo de publicidad, más nueva y con más tecnología para engatusarnos, tiene también sus propios trucos, ya que se puede hacer eco de todos los anteriores y añadir algunos extra.

¿Qué es lo que prima en las estrategias psicológicas de la publicidad online? Dos cosas fundamentales: la personalización del mensaje y la urgencia

En primer lugar, la publicidad online deja huella. Como si de un sabueso buscando su hueso se tratase, los buscadores como Google, las plataformas de publicidad, las páginas web de las empresas, etc. saben casi todo sobre nosotros: las páginas que hemos visitado, las newsletters o boletines a los que nos hemos suscrito, lo que nos gusta, lo que estaríamos dispuestos a comprar, los temas que nos interesan, cómo nos llamamos, el último producto que hemos visto, lo que hemos dejado en el carrito sin comprar, etc.

Y es que las cookies y otros sistemas de seguimiento pueden hacer maravillas para analizar nuestro comportamiento, permitir a los gurús del marketing personalizar los anuncios y bombardearnos una y otra vez con ellos en cualquier parte del proceso de interés, compra o post-compra que nos encontremos.

Monstruo de las galletas

Por otra parte, tanto el mensaje de los anuncios, newsletters o páginas web suele apelar a la urgencia y escasez. El clásico: ¡que me lo quitan de las manos, señora!

Oferta con cuenta atrás
Cupón descuento con condiciones

Ofertas limitadas con cuenta atrás para meter más presión, vuelos en los que ya quedan pocos asientos, alojamientos con escasa disponibilidad, descuentos bajo ciertas condiciones, etc.

Las estrategias de gamificación y recompensas también las encontramos por todas partes: aplicaciones de juegos, de aprendizaje de idiomas, de supermercados, etc. Los descuentos y la acumulación de puntos entre muchos otros, hacen que interactuemos constantemente, nos dejemos seducir y consumamos más.

Por otra parte, siempre es bueno leer la letra pequeña tanto de las aplicaciones como de las páginas web: las ofertas o subscripciones siempre vienen acompañadas de ciertas condiciones, como por ejemplo, la renovación de la suscripción a una aplicación por un precio superior después de 1 año.

Otro truco bastante engatusador son las conocidas social proofs (pruebas sociales), es decir, los testimonios, reseñas de usuarios, número de consumidores que han adquirido un producto, número de estrellas, sellos de confianza, etc.

Y el broche de oro ya se lo llevan los influencers en las redes sociales. Ya sean personajes populares como novatos, logran meternos en la cabeza los mejores restaurantes de x ciudad que no puedes perderte, 5 trucos para dejar tu casa como los chorros del oro, recetas que puedes preparar en solo 10 minutos para dejar preparadas las comidas de toda tu semana, 10 cosas que podrías estar haciendo mal con tu bebé, etc.

Esta estrategia es la más nueva y quizás también la más poderosa y peligrosa, sobre todo para todos aquellos que estén enganchados a las redes sociales. Ojito con perder el criterio propio y creerse todo lo que nos cuentan. No siempre es oro todo lo que reluce.

Influencer

No importa el tipo de publicidad ni el truco que usen. Al final el objetivo sigue siendo siempre el mismo: crearnos un deseo o necesidad para fomentar una respuesta o acción rápida: ¡lo quiero y lo quiero ya!

Y tú, ¿conoces algún otro truco psicológico para hacernos comprar más?


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4 Comentarios

  • Avatar

    Tarkion

    ¡Cristina, qué artículo más bien trabajado! Se nota el esfuerzo que has puesto en explicar cómo funciona la psicología en el marketing, y lo mejor es que lo haces de una forma súper accesible. Me ha encantado cómo has integrado los vídeos y ejemplos visuales; hacen que todo cobre mucho más sentido y refuerzan perfectamente cada punto.

    Y con el vídeo de la escuela del hogar me he echado unas risas. ¡Madre mía, qué joya! ¡No lo había visto antes! 😆
    Lo que es admirable es cómo todo está medido hasta el último detalle, como en los videojuegos con las lootboxes, los pases de batalla y todas esas estrategias de monetización que enganchan sin darnos cuenta.

    Al final, como dices, está claro que la frase «lo quiero y lo quiero YA» es la clave para entender por qué algunos tenemos diez mil cachibaches que no sabemos ni dónde meter xD. ¡Un saludo compañera!

    • Miss Vivécdotas

      Miss Vivécdotas

      Muchas, muchas gracias Tarkion 🙂
      Me divierto bastante escribiendo artículos de este tipo, sobretodo porque hay miles de ejemplos con los que ilustrar cada cosa. Estoy de acuerdo contigo: el anuncio de la escuela del hogar es buenísimo. Aunque la publicidad en su mayoría sea para hacernos comprar más y de manera innecesaria, es bueno saber que de vez en cuando también tiene su parte positiva: educar a la sociedad en cosas como el machismo.

      Un abrazo

  • Ric

    Hola Cristina, ¡votada!

    Gran artículo, tengo yo uno de neuromarketing que te habla de estas cosas, vivimos tiempos muy acelerados y de consumismo desmedido.

    Es curioso como las personas entienden la publicidad como algo que se hace porque el producto es inmejorable, cuando en realidad el único objetivo es vender, los negocios se montan para ello, no hay otra.

    Recuerdo un caso curioso de una mujer que iba a comprar ropa y le preguntaba a la vendedora: ¿Qué tal me sienta?, 😊😂 como si la vendedora le fuera a decir que la sienta mal.

    Lo dicho, grandes ejemplos de como la publicidad se encarga de meterte una idea en la mente o dejarte con el gusanillo de comprar más.

    ¡Un saludo! 👍😜

    • Miss Vivécdotas

      Miss Vivécdotas

      Muchas gracias, Ricardo.

      Tendré que echarle un vistazo al artículo que mencionas. La publicidad es muy poderosa y puede llegar a ser un arma de doble filo. Tenemos que aprender a reconocer sus trucos, ponerle filtros e intentar controlar nuestros deseos para que no nos cuelen cualquier cosa que no necesitamos.

      Un abrazo

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